CAPITULO 6: Abriendo los ojos (parte 2). NARRA KETHERIN Y GRACIEL

NARRA KATHERIN








-¿Por que?, ¿no nos quieres acompañar a una fiesta?, venga vente, te lo vas a pasar muy bien, ya lo veras- dijo uno intentandome agarrar del brazo, me lo quite de encima de una sacudida.

-¡Oh!, es una chica valiente. Me temo que estamos siendo demasiado amables- dijo golpeándome en la cara, caí sobre el asfalto, sabía lo que se me venia encima y no iba a caer sin luchar


Parpadee un par de veces y noté un liquido templado bajar desde la comisura de mi labio, me lo habían partido, me levante como pude y me fije con los pies en el suelo para no volver a caer.


-Mirarla, valiente y peleona, como a mi me gustan- dijo acercándose a mi en un intento de estampar sus repugnante labios contra los míos, y mi rodilla voló hacía su entrepierna haciendo que su espalda se corvara hacía delante y soltara un gemido de dolor-. Puta zorra, estas muerta- me amenazó, y eso no era algo que yo ya no supiera, sabia que había llegado mi hora ¿Graciel podría verme, según él, podía ver a los muertos, no? ¿por que el me venia a los pensamientos junto ahora cuando en lo que de verdad tenia que estar concentrada era en recordar lo poco que sabía sobre defensa personal? en este momento me arrepentí plenamente de haberme escabullido por la ventana del vestuario de las chicas en educación física cuando toco el ala de lucha y defensa, nadie piensa que lo va a necesitar hasta que de repente te das cuanta de que no hay vuelta atrás.   


Escuche un par de coches acercarse,  mire hacía el lugar de donde procedían, y quede con los ojos abiertos cuando vi a un hombre, alto, esbelto, y pinta de "super héroe" el típico que se las da de machito junto a sus amigos, pero que si le pillas solo lo único que hace es huir , que para ser el héroe tienen que tener el control. Pero eso no fue lo que mas me sorprendió, lo que mas me sorprendió fueron los coches, nadie los manejaba, nadie iba al volante, no había nadie en su interior, pero, sin embargo ellos se acercaban a gran velocidad, esquivando todo lo que se les ponía por delante, como si un autentico conductor de formula1 los condujese.


Escuche el chirriar de las ruedas cuando frenaron de golpe para luego volver a acelerar, dando vueltas al rededor mio, y haciendo que aquellos hombres que antes me perseguían y ahora habían saltado hacía atrás para impedir ser atropellados, no pudieran acercarse a mi y salieron corriendo. Mire a mi alrededor y vi que ese hombre ya o estaba sobre uno de los coches, sino frente a ellos, y ellos le atravesaban, como si fuese humo o aire, pero sin embargo yo le veía ahí, parado, le veía como si de verdad fuese de carne y hueso.


-¿Ahora le crees?- me preguntó sonriéndome de una forma singular.










NARRA GRACIEL.




-Tranquilo ¿vale?- me dijo Mark- ella vera que es verdad lo que le has estado contando, tío, tu también creíste que Amanda estaba loca cuando te lo contó.


-Si, lo sé- le contesté, Mark era un fantasma que conocía desde hace mucho, era alto y esbelto, el en su vida... humana, había sido un chico que nunca daba la cara cuando estaba solo, y eso le pasó factura, acabó con un balazo en el pecho, no se cuantas veces había intentado que cruzara, que fuese hacía la luz, pero ya había desistido, ¿para que si no quiere ir?.


-Si quieres voy a ver que hace, a lo mejor si provoco algún postergaste donde ella este te crea- me reí ante la idea, me gustaría ver eso .


-Vale, ve, estoy seguro de que llevas varios días preguntándote como es ella, ve, ¡pero nada de postergaste!


-Vale, vale, tranquilo tío. Te diré si te conviene- me dijo guiñándome un ojo.


Le vi esfumarse frente a mi, ala, ya estaba hecho, ahora tendría que escuchar continuamente estúpidas bromas con referencia a  ella y a mi, sus pechos... etcétera. Se apareció de nuevo ante mi, algo no iba bien, nunca hubiese tardado tan poco y mucho menos vendría con su típica cara de "esto no te va a gustar" ¿cuantas veces la habría visto a lo largo de los años?


-¿A pasado algo? ¿no le habrás tirado una lampara a la cabeza, verdad?- negó con la cabeza.


-Esto no me gusta- me dijo-. Ella esta en el centro, andando por la calle, hay unos hombres siguiéndola, no creo que vallan con buenas intenciones, y mucho menos puras, ya me entiendes- me levante enseguida del sillón en el que me encontraba en ese momento.


-¿Donde está?, ¿donde esta exactamente, Mark?, ¡¿Y SE PUEDE SABER QUE HACES AUN AQUI?! ¡Corre a ayudarla, VAMOS!


-Esta en la calle principal, creo que se dirige hacia los callejones- y con esto desapareció de mi vista, yo corrí lo mas rápido que pude a ir por las llaves de mi coche y salí corriendo por la puerta casi llevándome por delante a mi hermano Felix.


-¿Se puede saber donde vas con tanta prisa?- me preguntó, pero  yo le ignore, no tenia tiempo para esto, me subí al coche y arranque lo mas rápido posible para ir a buscarla, no quería que fuese ella la próxima fantasma que ayudase a cruzar, sabia perfectamente que no era una chica frágil e indefensa, en el instituto cuando me infirme sobre ella y una de sus amigas me contó alguna de sus "hazañas".


Metí caña al acelerador, menos mal que llevaba años conduciendo, que si no, me estamparía contra un árbol seguro, una vez llegue lo único que hice fue recorrerme todos los callejones en su búsqueda, pronto la encontré, estaba hablando con Mark.


-¿Cocomo es posible?, ¡¿que eres?!- le gritaba, estaba asustada ¡NORMAL! después de lo que había estado a punto de pasarla y ahora el imbécil de Mark estaba delante de unos coches que le atravesaban como si fuese una nube, sin sufrir el mas mínimo daño, ¡debería de estar huyendo y gritando! Baje del coche y corrí hacia ella, uno de los coche que iban al rededor de ella se freno justo antes de machacarme las piernas.


-Katherin, Katherin, dime que estas bien- vi la herida en el labio y sangre bajando de ella, que enseguida limpie con una de las mangas de mi camisa, ella solo me miraba, entre asustada, aliviada, confundida y con algo que no supe reconocer.


-Yo... si, estoy bien, creo, ¿estoy sufriendo alucinaciones o tu también le ves?- dijo apuntando hacía donde estaba Mark que se rió sonoramente.


-Si, si, yo también le veo.


-Entonces...¿ ¡ME PUEDES EXPLICAR COMO ES QUE LE ESTÁN ATRAVESANDO LOS COCHES, ASÍ, SIN MAS!?... es... ¿es un fantasma?- reconoció al fin.